¿Cuáles son las ventajas del coche eléctrico?

La primera ventaja del coche eléctrico es, efectivamente, su reducido impacto medioambiental. A diferencia de los vehículos de combustión interna, el coche eléctrico no emite ningún gas de efecto invernadero mientras circula. De la misma manera, sus emisiones de partículas finas también son muy bajas y únicamente están relacionadas con el desgaste de los neumáticos o los frenos. En consecuencia, los coches eléctricos no están sujetos a las restricciones de tráfico de las zonas de bajas emisiones, presentes en cada vez más ciudades, como Barcelona o Madrid. También pueden circular sin inconvenientes durante los puntos álgidos de contaminación. Otra ventaja se traduce en que el motor eléctrico es silencioso, lo cual reduce la contaminación acústica en las proximidades de las arterias urbanas. 

No obstante, el principal inconveniente radica en la producción del vehículo y, en particular, de su batería, que exige considerables cantidades de litio, cuya extracción no siempre es muy respetuosa con el medioambiente. Asimismo, el reciclaje de las baterías, cuya vida útil es de unos 10 años, implica también un problema medioambiental de gran envergadura. 

Es evidente que un coche eléctrico no consume gasolina. En términos de presupuesto, esto repercute de manera favorable en su economía, dado que el coste de conducir 100 km es, aproximadamente, dos o tres veces menor para un vehículo eléctrico que para un coche de combustión del mismo tamaño. Además, no tiene que dar vueltas por la ciudad para hallar la gasolinera más barata, lo cual también le permite ganar tiempo.

El otro ahorro notable corresponde al mantenimiento. Un motor eléctrico consta de muchas menos piezas de desgaste que un motor de combustión, pues no necesita que se cambien las bujías ni las correas de distribución. Por si fuera poco, el motor eléctrico no se atasca y no demanda cambios de aceite; por esta razón, las visitas al taller son menos costosas y frecuentes. Igualmente, las piezas que no se desgastan en el motor, como las pastillas de freno, también duran más gracias al sistema de frenado que recupera parte de la energía.

Aun así, el único inconveniente es la batería, cuya sustitución puede costar varios miles de euros, dependiendo del modelo.

Como ya hemos mencionado, el silencio del motor eléctrico también es una ventaja para todos los integrantes del vehículo. No es necesario levantar la voz para que le escuchen en el habitáculo, ni subir el volumen para que la música camufle el ruido del motor.

La conducción de un vehículo eléctrico también resulta muy suave, ya que el motor eléctrico puede desarrollar toda su potencia desde el principio; y no hay que preocuparse por el embrague o la caja de cambios. Asimismo, se minimizan las vibraciones del vehículo asociadas al funcionamiento del motor.

A la hora de enumerar las ventajas y desventajas del coche eléctrico, el precio de compra es fundamental. Hasta la fecha, los vehículos eléctricos siguen reclamando mayores costes de fabricación que sus homólogos de combustión interna, por lo que su precio de compra es más elevado. Pese a ello, esta mayor inversión puede compensarse, y no solo gracias a los costes de funcionamiento reducidos.

Una buena forma de dar el paso al coche eléctrico con un presupuesto más ajustado es comprarlo de ocasión. De hecho, el precio de los vehículos eléctricos está bajando más rápido que el de los coches de combustión. Por consiguiente, considere la posibilidad de echar un vistazo a los coches Peugeot de segunda mano; puede que encuentre un modelo eléctrico que no desequilibre su cartera.

Otra manera de compensar el coste de la compra de un coche eléctrico es aprovechar las distintas subvenciones, ya sea en forma de ventajas fiscales para los vehículos eléctricos, como otras eventuales ayudas específicas para la compra de un coche eléctrico a nivel autonómico o provincial.